Es justo decir que aunque frecuentemente hablemos de «contenido de calidad» o «contenido de valor», estas palabras por si solas pueden llegar a ser algo esotéricas y hasta ilusorias, y es que luego de escuchar estos términos que por momentos nos resultan surrealistas es justo preguntarnos: ¿qué debe contemplar un contenido para que sea considerado de calidad? Esta duda es la que intentaremos aclarar en este artículo, basado en un aporte de Jorge Fannoun compartido hace algunas semanas en Puro Marketing.
Empecemos por reafirmar algo que ya hemos dicho en este blog en varias oportunidades, y es que no existen fórmulas mágicas para escribir contenidos que funcionen, y menos aún, que tengan garantizada la viralización a través de nuestras redes sociales. Lo que es seguro, es que este tema implica mucho trabajo, ensayo y medición, porque lo que es éxito para una empresa y/o sector, puede representar un fracaso estrepitoso para otro negocio.
Partiendo de esa base, pasamos a enumerar algunas prácticas que deberían redundar en contenidos más atractivos para nuestras comunidades en redes sociales.
1. BUSQUEMOS RESOLVER NECESIDADES O SATISFACER DESEOS
Para escribir buenos artículos lo primero que deberíamos cuestionarnos es: ¿Responde a la necesidad de alguien lo que estamos escribriendo? Si la respuesta es «no» deberíamos replantearnos el invertir tiempo en este contenido.
Dos cosas debemos considerar para evaluar la capacidad de resolver necesidades de nuestros contenidos. Por una parte, si la información que queremos compartir aclara nuestras propias dudas, vamos en el camino correcto. Sin embargo, no siempre el perfil de nuestros seguidores en redes sociales tiene grandes afinidades con nosotros. En ese caso, resulta fundamental conocer lo que necesitan y buscan nuestros seguidores, para poder abordar esos temas.
2. ENFOQUEMOS CON CLARIDAD LOS TEMAS A TRATAR
Si con nuestros contenidos queremos hablar de muchas cosas a la vez, lo más seguro es que al final digamos muy pocas cosas importantes de cada tópico. Para eso lo mejor es enfocarnos en una o dos temáticas de forma tal que podemos profundizar en ellas, logrando contenidos más específicos e interesantes. En otras palabras recordemos ese supuesto que dice: «menos es más«, y porqué no, el popular refrán: «quien mucho abarca, poco aprieta«.
3. ESCRIBAMOS CON SENCILLEZ Y CLARIDAD
A menos que nos dirijamos a públicos de grandes intelectuales no tiene sentido compartir información llena de «palabras domingueras«, que muy poco ayudan a la buena comunicación, y que por el contrario nos harán parecer una empresa o marca elitista, cuando no en realidad no lo somos. Hablemos con sencillez, con palabras llanas, comprensibles por las grandes mayorías, respetando, eso sí, la buena redacción y la ortografía. Busquemos nuestro estilo propio sin desestimar la importancia de una buena comunicación.
4. SEAMOS INNOVADORES
Aunque pudiera parecer cada vez más difícil, siempre encontraremos información novedosa, presumiblemente desconocida para la mayor parte de nuestra comunidad. Dar con esos temas indiscutiblemente nos hará crear mensajes innovadores que muchos querrán compartir y comentar.
5. BUSQUEMOS LA ORIGINALIDAD
Compartir a través de las distintas redes sociales mensajes de seguidores y de marcas afines es muy importante, pero no podemos basar toda nuestra estrategia de contenidos en medios sociales en este tipo de testimonios. Tenemos que crear mensajes propios, lo que implica generar además de información de interés identificada por nosotros, hacerlo con formas, colores y textos personales, que nos ayuden a construir una verdadera imagen de marca. Al final, es tan simple como que un mismo mensaje se puede decir de mil maneras diferentes. Trabajemos en ello.
6. SEAMOS DIVERTIDOS
Nuevamente, a menos que el mercado al cual nos dirigimos nos pida otra cosa, nuestros contenidos -en textos, imágenes y videos- no tienen porqué ser grises y aburridos. Podemos decir lo que muchos están diciendo, y los aportes propios que queremos compartir, con alegría, entusiasmo y mucho sentido del humor. Busquemos nuevas formas de expresarnos, donde incluso la ironía tenga cabida. Eso sí, hagámoslo siempre con el respeto que nuestra comunidad y la sociedad de la cual formamos parte, merecen.
Ojalá con estos breves consejos hayamos podido ayudarlos a replantearse sus nuevos contenidos en redes sociales, donde «casi todo vale«, siempre que lo hagamos con respeto a nuestros seguidores, a la sociedad global y a nuestra propia marca o empresa.
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